La hija del doctor Andrade vive en una casa pintada de azul, en un lugar donde las playas de olas mansas contrastan con el bullicio de la otra orilla. All las mariscadoras rastrillan la arena, los marineros lanzan sus aparejos al agua y quienes van a trabajar a la ciudad esperan en el muelle la llegada del barco que cruza cada media hora la ra de Vigo. Una maana de otoo, mientras la costa gallega se recupera de los estragos de un temporal, el inspector Caldas recibe la visita de un hombre alarmado por la ausencia de su hija, que no se present a una comida familiar el fin de semana ni acudi el lunes a impartir su clase de cermica en la Escuela de Artes y Oficios. Y aunque nada parezca haber alterado la casa ni la vida de Mnica Andrade, Leo Caldas pronto comprobar que, en la vida como en el mar, la ms apacible de las superficies puede ocultar un fondo oscuro de devastadoras corrientes.